Me
encuentro aquí sentada una noche más como todas desde que te fuiste. Bajo el
árbol, nuestro árbol se puede observar el lugar donde ahora alberga los restos
de lo que fuiste.
Quiero
decirte tantas cosas que no pude, ella nos lo impidió, vino de negro y te
raptó. Lo daría todo tan solo porque leyeras esta nota. Que duro resulta estar
tan cerca y saber que no me volverás a escuchar nunca.
Anhelo
tanto tu aliento, el brillo de tus ojos. Condenado a amarte de por vida. Ahora
que ya no estás me doy cuenta de que lo perdí todo. Pasamos de todo a nada y
nadie entiende el dolor que siento de ver como mi mundo se derrumba.
Todo se
nubla y sé que no estás, no podré salir de todo esto si tú no estás. Me siento
sola ya no se ni quien soy. Mi último recuerdo, tu cara pálida, tu cuerpo
inerte que yacía sobre la tierra me están matando poco a poco, se apoderan de
mi alma, de mi vida.
Esto se
nubla, necesito decirte que ya no hay calor en mí, necesito mirarte, quiero
estar a tu lado. Iré donde tú vayas, estaré donde tu estés, y si he de subir al
cielo subiré.
Ahora
es mi cuerpo el que yace al lado del tuyo enterrado, en esta fría noche de
verano todo a terminado, el dolor quedó fulminado, ahora y para siempre por fin
estaré a tu lado.
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