miércoles, 3 de julio de 2013

.

¿Nos habéis parado nunca a pensar en como cambia la vida? ¿En las vueltas que da? ¿En cómo la persona que más has querido ya no es nadie para ti? ¿Las nuevas amistades y en donde quedaron las viejas?
¿Os acordáis de cuándo jugábamos en el parque con la arena suave, o cuando nos metíamos en la piscina y no salíamos hasta la hora de irnos a casa? ¿De cuánto a cambiado todos eso?
Y es ahora cuando me doy cuenta de cuanto ha cambiado todo eso, de lo rápido que pasa el tiempo y que los recuerdos se quedan en eso... recuerdos. 

Recuerdo cuando juraba una y otra vez que por muy primer amor que fuese nunca volvería a caer en sus redes, recuerdo cuando decía que formaba parte del pasado que ya no volvería a quererle nunca más. Y lo que es peor aún, recuerdo cuando me decía que me quería cuando me miraba a los ojos y me enamoraba, recuerdo cada mentira cada traición la llevo clavada en el corazón.

Queridos incomprendidos todo esto me supera, el roce hace el cariño, pero ni la distancia ni el tiempo te hace olvidar un amor. Es verle y acordarme de todo lo que me hacía sentir, es verle y recordar que todo fue mentira, lo que para mi fue el amor de mi vida para él fue un juego más, una más para comentar la jugada y reírse con sus amigos, solo eso una más...

Y es que a día de hoy las pocas palabras tajantes, las miradas frías que atraviesan el alma, el evitarnos por los pasillos me están matando.
Quiero ser fuerte, olvidar todo lo que hice por semejante ser, lo que sentí, todo dejarlo enterrado para siempre que nunca más pueda salir, pero tengo miedo, si alguna vez me volviese confesando su amor incondicional... ¿Sería capaz de retener todos los sentimiento en un cajón?

No hay comentarios:

Publicar un comentario